Con los nuevos protocolos en Seguridad Alimentaria, como el de la implantación del IFS Food 6, que entró en vigor desde el mes de julio del 2012, se pretende velar por la seguridad alimentaria de todos los consumidores de productos cárnicos frescos. Este tipo de protocolos IFS, se han creado principalmente por países tales como Francia y Alemania, con el propósito de que las marcas de productos puedan venderlos con un sello de calidad y autentificación ante los consumidores.

La intención de mejorar la calidad de las ventas y los productos que se consumen, ha hecho que en cada año los registros de protocolos IFS hayan aumentado en un 20% desde el año de su establecimiento. El IFS, contiene mejoras respecto a otros protocolos anteriores como: aumentar el control en las normas de fabricación de alimentos y la higiene de manipulación de alimentos, comenzando desde la segura limpieza de las manos y la no contaminación mediante el uso de zapatos en una zona y un par diferente en otras, aumentar la exactitud del etiquetado de los alimentos, siendo más meticulosos en el tratado de los materiales para el correcto envasado de todos los alimentos etc… Además en estas normas se llevarán a cabo más registros con inspecciones reguladas por las autoridades competentes, lo que facilitará una correcta puesta a punto de los alimentos, siendo materias para cocinar totalmente seguras y aptas para el consumo humano, sin provocar ningún tipo de daño, creando intoxicaciones o enfermedades.

Estos controles y normas de Seguridad Alimentaria, se realizan con el propósito de evitar todo tipo de cadenas contagiosas en las que haya alimentos que puedan perjudicar a un gran número de personas, evitando también todo tipo de contaminaciones en las que exista el peligro de crear una intoxicación accidental. Estos protocolos también han investigado en el terrorismo alimentario, buscando la defensa ante aquellos alimentos que se quieran contaminar de una manera intencionada, siendo más utilizados en países como Estados Unidos, aumentándose la extensión de los mismos en los países que se dedican a la exportación, para aumentar la relación comercial a nivel mundial.

En estos casos para que el plan de seguridad funcione, se han de cuidar los métodos de matanza, el producto alimenticio desde el primer momento en que es tratado desde las primeras extracciones, la relación del alimento con el agua o el hielo, así como cuidar el medio donde va a ser depositado. El posterior etiquetado será el final de la cadena de defensa alimentaria, ya que predispondrá a la confianza del comprador y al proveedor a hacerse con varios productos de la misma marca, pudiendo seguir confiando en un fabricante si los alimentos son frescos y saludables. También podrás acceder a la formación adecuada, en la que se te aportará el certificado de aprovechamiento, para que puedas realizar tu profesión de una manera mucho más competitiva, si eres un/a trabajador/a de la industria cárnica y todas aquellas en las que se trabajen con huevos y productos procedentes de la pesca.