La eficiencia energética debe ser un compromiso ineludible que implique a los distintos actores sociales con el objeto de hacer un consumo energético responsable que contribuya a la sostenibilidad tanto medioambiental como económica.

Los costes de la energía se han disparado para el consumidor y las empresas lo que ha contribuido a una mayor toma de conciencia y al cambio de hábitos para reducir el consumo de energía, asimismo se está dando cada vez mas importancia a la proliferación y desarrollo de las energías renovables que es hacia donde debe dirigirse el futuro en materia energética si queremos garantizar la sostenibilidad del planeta.

En relación a la eficiencia energética juegan un papel fundamental las normativas ISO que marcan unas pautas  a los países miembros en todo lo relativo a los procesos de fabricación.

ISO (Organización Internacional de Normalización) surge tras la Segunda Guerra Mundial, es una red de institutos internacionales que aprueba  normativas no vinculantes (no son de obligado cumplimiento), que promueven  una serie de recomendaciones  de forma consensuada que pretenden implementarse entre los países miembros.

Normativa ISO 5001

Esta norma surge como un encargo de la Organización de las Naciones Unidas para del desarrollo Industrial (UNIDO) para crear un nuevo estándar en materia de gestión energética para luchar contra el cambio climático y el calentamiento global.

La normativa ISO en vigor en materia de eficiencia energética es la ISO 5001 que viene a sustituir a la anterior UNE EN 16001, la principal novedad que incorpora con respecto a esta última es la desaparición en el argot energético del término aspecto energético para dar lugar a un nuevo concepto de cálculo en la línea base y revisión energética.

Lo que se pretende con esto es promover e incorporar a la ecuación el concepto auditoría energética tratando con ello de disminuir el consumo  haciéndolo mas eficiente y sostenible y paralelamente reducir los costos en la fabricación de energía.

Los objetivos que  se quieren conseguir a través de la auditoría energética son:

• Disminuir la demanda de energía a través de la optimización y operatividad de los servicios energéticos.
• Reducir los consumos mediante la implementación de nuevas tecnologías que contribuyen a aumentar la eficiencia.
• Equiparar los consumos nominales a los consumos reales poniendo en marcha medidas para el adecuado mantenimiento de las instalaciones.

Certificación

A través de la certificación  los clientes ,organismos y organizaciones adscritos demuestran que su sistema de gestión de energía  cumple con las medidas ,recomendaciones y directrices en lo relativo a la optimización en materia energética, esto proporciona al cliente el conocimiento de estar cumpliendo unos estándares  en el uso razonable de la energía a través de lo cual contribuye a favorecer la sostenibilidad mediante el ahorro energético.