Calidad asistencial en Centros Gerontológicos
Los centros gerontológicos constituyen un nivel asistencial de cuidados de larga duración, destinados de forma prioritaria a pacientes de edad avanzada, con dependencia física y/o psíquica, problemas de movilidad y en algunos casos problemas socio-culturales.
La asistencia en estos centros deberá ser planificada de manera personalizada e individualizada garantizándose la seguridad del residente.
El equipo de profesionales debe estar cualificado e implicado y en número suficiente ya que son el pilar de la estructura de una atención de calidad.
La asistencia deberá monitorizarse y evaluarse de forma continua, implantando acciones innovadoras de mejora.
La mejora en la calidad de la asistencia deberá dar como resultado la mejora en la calidad de vida de sus residentes.
Los programas fundamentales en el proceso de atención residencial son:
- Evaluación sistemática al ingreso (riesgo de úlceras por presión, caídas, pérdidas o fugas, atragantamientos, errores en la toma de medicación, etc.), con una periodicidad establecida por el responsable del centro. Debiéndose realizar una nueva evaluación ante cualquier cambio sustancial en las condiciones del residente.
- Evaluación geriátrica integral y multidisciplinaria (biomédica, nutricional, cognitiva, afectiva, funcional y social), al ingreso y con una periodicidad establecida por el responsable del centro. Debiéndose realizar una nueva evaluación ante cualquier cambio sustancial en las condiciones del residente.
- Información a los residentes de sus derechos y obligaciones, a nivel del funcionamiento del centro. Elaboración de un plan de cuidados interdisciplinario. La valoración debe realizarse por un equipo multidisciplinar en un plan individualizado de intervención destinado a la mejora de la salud y autonomía del residente, minimizando los riesgos y garantizando la satisfacción de todas sus necesidades, desde las más básicas, como la higiene y alimentación, hasta las lúdicas, relacionales, culturales, etc. Este plan de cuidados debe ser revisado y evaluado periódicamente por el responsable del centro.
- Existencia de un plan de información, apoyo y educación para las familias. Ofreciéndoles el apoyo y la información por la vía acordada, (teléfono, e-mail, carta, …), garantizándose la comunicación ante cualquier eventualidad y de manera constante.
Existen igualmente otras acciones más rutinarias, pero que deben estar igualmente protocolizadas.
Higiene, movilización, alimentación por sonda, utilización de superficies antipresión, cambios posturales, derivación a consultas y/o urgencias hospitalarias.
Para la realización del documento de gestión asistencial comenzamos con la planificación, seguida de la implantación de las actuaciones propuestas, y finalmente consolidamos la práctica y evaluación de los resultados.
Periódicamente la medición de indicadores permite reconocer si existen desviaciones en los resultados, y actuar de manera rápida.
Los indicadores pueden ser de los siguientes:
- De estructura: hacen referencia tanto a los recursos humanos como a los arquitectónicos, tecnológicos o protocolos.
- De proceso: nos dan información de en qué medida la atención se está realizando de acuerdo a como la hemos planificado.
- De resultado: miden las consecuencias de la atención.
En conclusión, para mejorar la calidad asistencial en los centros gerontológicos hay que:
Garantizar un proceso de aprendizaje que permita la adecuación y mejora de todas las personas implicadas en el equipo multidisciplinar (formación continuada), implantar acciones de mejora en base a las necesidades de los residentes, y centrar siempre la asistencia en la mejora del bienestar de las personas.